«Marathon había hecho pagos sospechosos a cuentas de políticos de Guinea Ecuatorial, y había pagado 2 millones de dólares a Obiang…». El informe de Fairfax Media y Huffington Post en castellano.

«En 2003, la industria petrolera de Guinea Ecuatorial estaba haciendo muy ricos a algunos afortunados – casi todos ellos pertenecientes al círculo intimo del brutal líder del país,  Teodoro Obiang Nguema Mbasogo-.

Sin embargo, los ciudadanos de Guinea Ecuatorial han disfrutado poco de esta riqueza. La mayoría de ellos sigue siendo tan pobre que, al menos la mitad,  no tiene acceso a agua potable.

Unaoil quería tener acceso a esta riqueza que se estaba generando. Para ello,  en noviembre de ese año, tomo contacto con un hombre bien relacionado que ocupaba un puesto importante en la embajada del país vecino, Gabón.

Mohamed Salaam  se había formado en Harrow, en una escuela inglesa destinada a la élite y había trabajado también en Guinea Ecuatorial realizando negocios diversos y aproximándose al poder.

Al igual que Cyrus y Saman Ahsani (dirigentes de Unaoil), Mohamed Salaam  había nacido en una familia relacionada con la industria del petróleo – su padre, Hany Salaam, nacido en el Líbano, fue un conocido experto en temas del petróleo,  con sede en Londres. Las familias Ahsanis y Salaam mantenían buenas relaciones y asistían unos a las bodas de los otros.

Salaam llego a tener  una importante participación en el banco nacional y fue nombrado cónsul  honorario de Filipinas en Guinea Ecuatorial antes de padecer una espectacular caída. .

Mientras los ciudadanos de Guinea Ecuatorial seguían siendo muy pobres, la riqueza personal de Obiang alcanzaba casi a los mil millones de dólares.

En 2004, el Director Ejecutivo de Unaoil; Cyrus Ahsani entregó a Mohamed Salaam un mensaje secreto de uno de sus clientes más importantes,  Kellogg Brown & Root de Estados Unidos. KBR quería que el mensaje fuera enviado a otra empresa estadounidense, la empresa petrolera  Marathon.

Maratón había conseguido recientemente un importante contrato con el gobierno de Guinea Ecuatorial. KBR tenía la esperanza de trabajar con Marathon en el proyecto, pero acabó desistiendo en el último momento. Sospechaba  que  había habido  juego sucio.

“Consideraba  que se había producido un  juego de “mentiras”, se empezaba con una primera oferta a bajo coste y una vez conseguido el contrato se iba subiendo el importe», se señalaba en la carta.

«[KBR] había optado por no jugar a ese juego, ya que tenía conocimiento de primera mano de la región y los requisitos de lo que se necesitarían para ejecutar el proyecto.»

Cyrus Ahsani envió el mensaje de KBR a Salaam, pero le advirtió que tuviera cuidado a la hora de utilizarlo, para no se dañase su «relación privilegiada».

Un comité del Senado de los Estados Unidos encontró más tarde que Marathon había hecho pagos sospechosos a cuentas de políticos de Guinea Ecuatorial, y había pagado  2 millones de dólares a Obiang para asegurarse las concesiones.

Durante el tiempo en el que mantuvo su acuerdo con Unaoil, Mohamed Salaam fue creando otros vínculos que acabarían llevándolo a su detención y encarcelamiento en 2008, una noticia que ocupó los titulares de importantes medios internacionales.

En 2003, Mohamed Salaam había asistido  a una reunión en Londres, en una elegante casa de Chelsea de otro experto en la industria del petróleo y amigo de su padre, Ely Calil. En la casa estaba también  un soldado retirado de las fuerzas especiales británicas llamado Simon Mann.

Mann, de acuerdo con un informe publicado en el periódico The Guardian,  había entregado  a Mohamed Salaam una propuesta de un proyecto de pesca de 10 páginas para entregar al Ministro de Pesca de Guinea Ecuatorial. Mohamed Salaam cometió el grave error de no decir nada a Obiang.

Cinco años más tarde, Mann, Salaam y otros más, fueron detenidos, acusados ​​ y condenados por planear un golpe de estado para derrocar a Obiang. Se decía que la empresa pesquera que se le había pedido a Mohamed Salaam  que ayudar a establecerse, iba a serviría de «tapadera» para que los mercenarios pudieran entrar en Guinea Ecuatorial.

El asunto causó un tremendo revuelo en la política británica. Mann alegó que Sir Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, y el petrolero Ely Calil, formaban  ambos parte de la trama. Los dos negaron cualquier implicación en el asunto.

Salaam negó también que tuviera conocimiento de la trama, pero eso no impidió que se le enviara a la famosa prisión de Black Beach de Malabo en 2008, con una condena de 18 años.

La condena de Mann fue a 34 años, pero fue puesto en libertad en 2009. El destino de Salaam es desconocido.

Cuando la noticia de la sentencia de Mann llegó a los medios de comunicación británicos, los hermanos Ahsani se enviaron correos electrónicos con ella y  con el mensaje: “FYI (Para tu información) de interés”.