Presentan en Malabo el primer número de la revista Africando dedicado a Leandro Mbomio.

La página oficial del gobierno guineano dice sobre este tema: «El Hotel 3 de Agosto fue el escenario de la presentación de la revista Africando, ceremonia que estuvo presidida por su directora, la periodista y escritora Carmela Oyono Ayingono, destacada intelectual, quien se formó en la carrera periodística en Cuba.

El embajador cubano Pedro Doña Santana junto a su homólogo venezolano Daniel Cartaya  Laya, estuvieron presentes, entre los invitados de honor, en el acto realizado en el Hotel 3 de Agosto con motivo de la presentación de la revista Africando. El evento contó también con la presencia de Joaquín Elema Borengue, Ministro Delegado de Trasporte, Tecnologías, Correos y Comunicaciones, funcionarios del Cicte, de la Cemac, además de otros artistas, investigadores y familiares.

Carmela Oyono afirmó que la revista será de carácter cultural y ha dedicado su primer número al gran escultor Leandro Mbomio Nsue, quien fue conocido en todo el mundo como “el Picasso negro”, una  figura de renombre internacional y de reconocido prestigio del arte ecuatoguineano, que dejó obras que serán históricas y de referencia para África y el mundo.

Según la directora, en la siguiente edición se publicará un trabajo en homenaje y recordatorio a  la llegada a Guinea Ecuatorial de los doscientos cubanos que fueron trasladados  por los ex colonizadores españoles de manera forzada en el siglo XVIII a la isla  de Bioco, llamada en aquel entonces Fernando Poo, cubanos que dejaron raíces culturales, familiares, gastronómicas, y otras, muchas de las cuales continúan presentes hoy en día y han servido para seguir uniendo las culturas africanas entre Cuba, Guinea Ecuatorial y el Caribe.

Oyono mencionó en su presentación otros libros escritos  por ella, algunos dedicados a la obra y vida del Presidente de la República y al aporte político, social, humano e  intelectual, con el que ha venido  contribuyendo desde que asumió los destinos de la nación, buscando la mejoría económica y social de la población y trabajando por la paz, la unidad, y la seguridad de su pueblo y de otros países del continente africano.

Fuente: Embajada de Cuba en Guinea Ecuatorial 
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial»

 

A: No vamos a criticar esta iniciativa del gobierno. No nos parece mal que se cree en Guinea una revista cultural, mucho más si sirve (debería servir para eso) para que publiquen sus trabajos los investigadores guineano de las distintas disciplinas. Esperamos conseguir ejemplares y poder analizar sus contenidos.

 

Desconfiamos mucho de su directora: no es, ni de lejos, una destacada intelectual. En primer lugar, no son los gobiernos quienes deciden quien es intelectual en un país y quien deja de serlo. Los intelectuales más notables y más respetados están casi siempre alejados (cuando no enfrentados) con sus gobiernos. Los escritos de doña Carmela sobre el dictador están dentro del «culto a Obiang», «religión» que practican (con poquísima verguenza) la gran mayoría de pelotilleros que se alojan en el PDGE y que es contradictoria con la actitud crítica de los intelectuales.

 

Nos parece bien que el primer número se dedique a Leandro Mbomio. En la primera etapa de la página de Asodegue le dedicamos un espacio importante. Es cierto que se le consideró durante un periodo como «el Picasso negro» que no debería ocultarse que su traslado a Guinea y su identificación política con el dictador fue letal para su carreta artística.  Obiang,  como todos los dictadores, agostan la carrera artística, o intelectual, de los más esclarecidos de sus conciudadanos.

 

No deja de  sorprendernos la presencia en el acto de presentación de los embajadores de Cuba y Venezuela. ¿Qué papel juegan en la revista? ¿Van a publicar investigadores de sus países o la revista va a ser una plataforma para que publiquen los guineoecuatorianos? ¿El apadrinamiento (vergonzoso) que el régimen cubano ejerce sobre la dictadura nguemista va a encontrar un nuevo campo de actuación? ¿El régimen bolivariano va a seguir los pasos del cubano en este impresentable conchabamiento? ¿Qué hacen dos regímenes supuestamente populares prestando cobertura a una dictadura implacable como la de Obiang Nguema Mbasogo? ¿Qué reciben sus pueblos (cubanos y venezolanos) de un regimen tan execrable?

 

Para acabar queremos reiterar un discurso de Leandro Mbomio que nos solicitó su publicación en la página de Asodegue, puede verse en  http://www.asodegue.org/enero2611.htm :

Discurso del escultor Leandro Mbomio Nsue en la 3ª edición del Festival Mundial del Arte Negro , Dakar, diciembre 2010   Publicamos este discurso a petición de su autor y para permitir a los lectores de la página hacerse una idea del pensamiento actual de Leandro Mbomio Nsue, tenido hace años por un escultor genial y como una promesa del arte africano. Su discurso reúne párrafos intolerables (por serviles) para cualquiera que se considere artista o intelectual y algún rescoldo de quien en su día fue llamado merecidamente «el Picasso negro». La ejecutoria del señor Mbomio Nsue refleja con mucha claridad el carácter esterilizador, letal para la cultura, de regímenes como el de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.    Sobre la obra de Leandro Mbomio puede verse en esta página http://www.asodegue.org/artesxx.htm 

3ª EDICIÓN DEL FESTIVAL MUNDIAL DEL ARTE NEGRO. (FESMAN)DAKAR-SENEGAL, DEL 10 AL 31 DE DICIEMBRE DEL 2010

 

 

INTERVENCIÓN DEL ESCULTOR LEANDRO MBOMIO NSUE, PRESIDENTE DEL CONSEJO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS (CICTE) DE GUINEA ECUATORIAL.

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EXCMO. SEÑOR PRESIDENTE DEL COMITÉ ORGANIZADOR DEL FESMAN,

 

HONORABLES DELEGADOS PARTICIPANTES DE LOS PAÍSES Y COMUNIDADES NEGRAS DEL MUNDO,

 

DISTINGUIDOS INVITADOS,

 

SEÑORAS Y SEÑORES;

 

En nombre de S.E. OBIANG NGUEMA MBASOGO, Presidente de la República , Jefe de Estado y Presidente Fundador del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (P.D.G.E.), su Pueblo, Gobierno y la Comisión Científica que tengo el honor de presidir, séame permitido saludar y felicitar efusivamente al Foro y al Comité Organizador del FESMAN, por la calidad de la organización y el material puesto a disposición de los participantes en pro del éxito de este evento de trascendencia histórica, que anima a nuestra lucha común por la recuperación de la identidad del arte de los pueblos negros y su aportación a la evolución de la cultura universal.

 

Aprovechamos esta ocasión para agradecer a S.E. el Presidente de la República de Senegal, el Maestro Abdoulaye WADE, su Pueblo y Gobierno, por su acostumbrada hospitalidad con la que hemos sido objeto desde nuestra llegada a este país hermano de ilustres hombres de renombre universal, entre los que cabe destacar al insigne poeta y Presidente senegalés Leopold SEDAR SENGHOR, al prestigioso investigador Cheikh ANTA DIOP, al impulsor y fundador de Présence Africaine Alioune DIOP, al antiguo Director General de la UNESCO Amadou MATHAR M´BOW, así como demás personalidades altamente reconocidas que han dado su valiosa aportación intelectual al movimiento de lucha antiesclavista y la Independencia de nuestras naciones. De hecho, somos concientes de que la historia reconoce y agradecerá siempre a los mismos, no solo por esa dinámica contribución a favor de la Independencia del África Negra, sino también por la puesta al día de su identidad cultural y el logro de los derechos civiles de la comunidad negra del mundo.

 

En este sentido y teniendo en cuenta la importancia de los temas presentados por el Foro, esperamos que los trabajos previstos se desarrollen y culminen felizmente con el éxito deseado. A tal efecto, la contribución de nuestra ponencia se basa esencialmente en LAS ARTES PLÁSTICAS Y SU TRASCENDENCIA EN LA CULTURA NEGROAFRICANA Y UNIVERSAL.

 

Partiendo de este enunciado vamos a centrar el desarrollo de nuestra intervención en los siguientes puntos:

 

  1. Las artes plásticas y su contenido esencial.
  2. Elementos definitorios del arte negroafricano.
  3. Aportación del arte negroafricano a la cultura universal.
  4. Causas del debilitamiento del arte negroafricano tradicional.
  5. Alternativas para la recuperación de la identidad del arte negroafricano y la Diáspora.

 

 

  1. LAS ARTES PLÁSTICAS Y SU CONTENIDO ESENCIAL.

 

Desde la perspectiva del primer punto, vamos a analizar primero lo que se entiende por artes plásticas, partiendo de los elementos fundamentales que expresan y definen su contenido social y cultural. Todo ello, desde la experiencia de las etapas más antiguas, hasta la era de ocupación colonial que motivó a principio de 1900, la integración de la cultura del mestizaje al que responde el Cubismo occidental, el Jazz de los afroamericanos y demás movimientos artísticos y culturales surgidos como consecuencia del acercamiento cada vez mayor entre los pueblos de las potencias europeas y los del África Negra.

 

Al respecto, quiero hacer la primera observación en el sentido de que, para el pueblo negroafricano, como para todos aquellos que han logrado su verdadera integración cultural, las manifestaciones de las artes plásticas tienen un sentido y significado trascendental. De hecho, a favor de su valoración objetiva en la evolución y desarrollo de los pueblos, conviene resaltar, no solo el aporte de las mismas en cuanto a la conservación de los valores históricos y culturales, sino también en lo concerniente a la búsqueda de nuevas estructuras y procedimientos técnicos y científicos que promueven la sensibilidad y la intuición del hombre hacia otras metas más avanzadas y renovadoras de su vida espiritual y material. En este sentido, para enriquecer su intelecto, el hombre asume esta búsqueda como necesidad perentoria que garantiza su evolución y desarrollo.

 

Esta es la razón por la que resulta imposible desligar lo que es verdaderamente arte de las necesidades esenciales del hombre, su entorno sociocultural, su momento histórico y su creencia en Dios o en su Más Allá. Esta integración de elementos que hace trascender a la obra de arte en su proyección social, es la que al propio tiempo, otorga un carácter peculiar al espíritu constructivo de cada cultura, facilitando al artista la actualización de su expresión conforme a las exigencias del momento histórico en que la obra ha sido realizada.

 

Un ejemplo de esta integración lo tenemos en las catedrales románicas y góticas, en donde las obras artísticas no solo son exponentes de los símbolos religiosas que en ellas representan, sino también de las demás necesidades científicas y técnicas, que dentro del molde ordenador de la vida y del urbanismo de su época, revalorizan la fluida interpenetración que caracteriza a dichos estilos arquitectónicos en la Edad Media europea.

 

Por estas razones, se entiende que todo lo que es verdaderamente arte en cualquier ámbito cultural definido, actúa como medio de expresión natural que promueve el desarrollo intelectual y satisface las inquietudes espirituales y materiales del hombre.

 

De hecho, extraña a veces el que algunos pintores como el español Juan José TARRATS y demás artistas plásticos que siguen la investigación espacial, plasmen en sus telas realidades aparentemente imaginarias que luego coinciden con sucesos acaecidos. En este sentido, llama la atención el hecho de que lo plasmado en sus lienzos se ha pintado mucho antes de que el ser humano iniciara los primeros lanzamientos de cohetes cuyos efectos de propulsión y velocidad, parece aludir el pintor Manuel VIOLA en sus cuadros, mientras el artista afrocubano Wilfredo LAM y el venezolano Mauro MEJÍAZ afincados en París, nos hablan de posibles encuentros con otros seres vivientes en el espacio místico que da un carácter inquietante y trascendental a sus obras de arte.

 

Esto que en principio nos parece pura casualidad plástica, es lo que toda verdadera obra de arte nos expresa como mensaje en su íntima integración. De hecho, este contenido no debe ser considerado como un juego de intelectuales sin trascendencia, sino más bien como necesidad que se ha de tomar muy en serio, por el hecho de que lo plasmado por el artista en sus creaciones nos habla de hechos en curso, de realidades pasadas y de acontecimientos futuros y realizables.

 

 

  1. ELEMENTOS DEFINITORIOS DEL ARTE NEGROAFRICANO TRADIONAL.

 

En el África Negra precolonial, este aspecto trascendental del arte tiene gran importancia, por cuanto que, al concebir su obra, el artista del ámbito cultural en cuestión, no centra su estudio únicamente en los aspectos plásticos o estéticos que la armonizan, sino más todavía en la simbología que da sentido a la misma e impone su función social. Esto es lo que imprime el carácter peculiar que tiene el arte negroafricano tradicional. Según esta concepción original, que no es simple sino compleja, el realismo en las artes se entiende, no a partir de lo que las cosas nos muestran a simple vista a la manera fotográfica como se concibe en la escuela grecorromana, sino de lo que las mismas representan o simbolizan en nuestra vida de hombres.

 

Dentro de este planteamiento que tradicionalmente se contempla en las diferentes escuelas y tendencias del arte negroafricano en general, existen dos elementos fundamentales: el espiritual y el plástico morfológico. Mientras el primero integra en la obra el alma del propio artista y une a ella la voluntad de expresión formal del grupo o clan de los antepasados al que pertenece, el segundo se refiere al aspecto simbólico y la inserción a la misma de materiales y procedimientos técnicos y científicos existentes en el ambiente sociocultural en que la obra ha sido realizada.

 

Para lograr la integración y armonización de ambos elementos, el artista negroafricano tradicional utiliza habitualmente elementos geométricos con predominio del triángulo, concebido como único símbolo representativo de Dios Todopoderoso, creador del origen de la vida y del amor. Dentro de esta plena fe en su existencia, Dios es para el hombre de la sociedad en cuestión un Ser Supremo, antecesor e indescriptible, sin cara, ni forma humana concreta. Esto explica la razón por la cual, el artista negroafricano nunca plasma su figura en las obras de arte, pese a que a través del triángulo mantiene su espiritualidad y el concepto abstracto del mismo.

 

Por otra parte, conviene aclarar que es errónea la interpretación de dioses y santos que gran parte de la sociedad occidental atribuye a las estatuas negras, no solo porque la mayoría de los negroafricanos son monoteístas con absoluta fe en el Ser Supremo que está en todo y milagrosamente pueda hacer cuanto desea y deshacer cuanto existe, sino también porque al no concebir la plasmación de todo aquello que está fuera de su pleno conocimiento formal, no realiza tradicionalmente dichas figuras en sus obras de arte. Esta aclaración a modo de ejemplo, la vemos en la misma expresión de Dios en idioma fang de Guinea Ecuatorial “Tara-Nsama” Dios Padre. “Tara” significa Padre, mientras la denominación de “Nsama” expresa un término filosófico que tiene relación con “Nsaman” absoluto indescriptible. Esto es lo que requiere que los humanos entendamos que todos somos hijos de Dios y consecuentemente hermanos como se entiende en la fe cristiana y entre los “Betí”, etnia fang de Camerún cuya denominación significa literalmente: descendientes del Señor Todopoderoso.

 

Desde el punto de vista estrictamente plástico, el triángulo se concibe como elemento integrador que equilibra y armoniza las formas geométricas que decoran y dan un carácter propio, no solo a la arquitectura y a la escultura, sino también a los objetos domésticos, a los instrumentos musicales y a las máscaras que se utilizan en las danzas rituales y populares. A este nivel, el triángulo que también tiene un significado trascendental en la sociedad cristiana, facilita la integración de las formas entre sí, lo que permite al hombre negroafricano tradicional su plena asimilación de espíritu de amor del Más Allá, al contenido integro de la obra, haciendo que la misma sirva, no solo a su autor y al propietario, sino también a los intereses de su comunidad.

 

Este es el compromiso real que todo artista creador de obras plásticas está obligado a asumir en la concepción de monumentos, a partir de acontecimientos y personajes históricos que la sociedad necesita memorizar para que su espíritu siga presente en la actividad cotidiana de sus gentes, lo que no puede suceder con aquellas obras llamativas de carácter decorativo que simplemente han sido realizadas con miras a embellecer determinadas zonas arquitectónicas y urbanísticas en la ordenación del espacio.

 

Para profundizar en la importancia que simbólicamente tiene el triángulo en la sociedad negroafricana en general y bantú en especial, conviene precisar que además del significado aludido anteriormente, representa en lo humano a la mujer, el amor y el respeto que ella se merece, por el privilegio de ser madre y dar vida a seres humanos. Por eso, las palabras malsonantes que se dicen a las mujeres obligadas a la llamada “vida dudosa” en otros ámbitos culturales, no tienen traducción en los idiomas autóctonos de este medio sociocultural. De este mismo respeto, nos da idea el hecho de que, decir “hijo ilegítimo” es totalmente inconcebible desde la óptica de los principio de su moral, que en muchos de los casos coincide con la auténticamente cristiana.

 

De hecho, la plasmación del triángulo como símbolo femenino que hace alusión a la procreación pretende que los hombres en general, no nos olvidemos que del milagro del amor del Más Allá salimos de ella con toda su ternura, a pesar del dolor que la causamos cuando nos trae a la luz y nos da vida y todo su cariño humano. Por esta poderosa razón, la mayoría de las mujeres mayores de nuestra sociedad prefieren que los jóvenes las hagan el honor de llamarlas “memá o madre”. Esto es lo que impone el respeto que tradicionalmente se debe a ella, alejado del machismo y de otros prejuicios que injustamente la marginan, causando malestar en las buenas relaciones que deben existir en todo momento entre el hombre y la mujer: entrañable ser que hacer trascender nuestras vidas en lo espiritual y humano.

 

Como elemento cosmológico e integrador de las formas de apariencia abstracta, el triángulo no solo trasciende hoy en la expresión plástica del hombre negroafricano tradicional como lo señalamos anteriormente, sino también a la concepción plástica del ámbito occidental, en donde causó un gran impacto en la integración del Cubismo y de otros movimientos artísticos del Siglo XX, época en la que el hombre europeo entiende generalmente por arte negro: toda realización plástica proveniente del África Negra, en especial, la escultura hecha en madera, barro, bronce o marfil conocida vulgarmente como fetiche.

 

Para la mejor comprensión de lo que esta palabra pretende significar, hemos de precisar que la misma procede del portugués feticio y que hacia el año 1800, fue usada por los marchantes occidentales como traducción de la palabra congoleña “inkisi”, que al igual que el “muan-biang” entre los fang de Guinea Ecuatorial y los betí de Camerún, significa “objeto sagrado” con fuerza propia para hacer el bien o el mal, según su orientación ritual.

 

De hecho, conviene aclarar que el hombre negroafricano tradicional, entiende que el poder vital de las obras en cuestión, se debe a su compleja integración cosmológica que encierra conocimientos atribuidos a un Ser Supremo, que facilita el desarrollo del conocimiento en todas las esferas del pensamiento y de la actividad humana en general. En este sentido, al concebir su obra, el artista de concepción tradicional tiene en cuenta la presencia de tal Ser Supremo del que depende su existencia y su evolución. Esto es lo que hace que su obra de arte tenga este carácter ritual y místico-sacro, que no depende ni proviene de ninguna de las religiones modernas, sino más bien de su propia concepción tradicional de la vida y del Más Allá.

 

Dentro de esta visión del mundo, conviene subrayar que las súplicas que tradicionalmente dirige el hombre negroafricano a Dios Todopoderoso, no tienen como objetivo principal lo que nos espera en la otra vida, sino más todavía por lo que se refiere a satisfacer las necesidades de esta en que vivimos.

 

Por ello, más que realizar obras orientadas a garantizar nuestra vida mejor en el otro reino, se trata de crear símbolos de determinadas necesidades de tipo social, que promuevan la fe, la seguridad y la esperanza en aquello que anhelamos, mediante ritos y acciones programadas que faciliten la conexión con el Más Allá para el logro de los objetivos fijados en cada caso. Dentro de este planteamiento, se realizan obras que simbólicamente representan a los antepasados que en vida realizaron actividades positivas entrañables, a los que después se dedica un ritual específico como ocurría en el culto tradicional melan de Guinea Ecuatorial, para que la fe que se tiene en ellos se convierta en un poder divino que facilite la materialización de sus deseos en bien de la comunidad.

 

  1. APORTACIÓN DEL ARTE NEGROAFRICANO A LA CULTURA UNIVERSAL.

 

Del impacto que produjo el arte negroafricano en el ámbito de la cultura occidental, nos da idea el hecho de que haya servido como fuente de inspiración en la integración del Cubismo y demás movimientos plásticos surgidos a principios del Siglo XX.

 

El fenómeno en cuestión se produjo en Europa en los años inmediatamente posteriores a la Primera Guerra Mundial, a raíz del movimiento aparecido en 1894, año en que Leo FROBENIUS escribió el primer estudio consagrado a las máscaras negras. En efecto, tras la publicación de este estudio, otros investigadores occidentales y destacados artistas europeos dieron a conocer sus opiniones sobre el particular, coincidiendo todos ellos en la definición del arte negroafricano como: “Expresión plástica diferente, trascendental y capaz de servir como catalizador a los artistas modernos en su búsqueda y desarrollo de un arte nuevo…”.

 

De la importancia que entonces se dio al tema del arte en cuestión en los medios especializados, nos recuerda el hecho de que antes de la primera exposición del arte negroafricano que tuvo lugar en la Galería Devambez de París en mayo de 1917, destacados artistas y escritores europeos ya habían dado a conocer sus opiniones sobre el particular en diferentes ensayos y crónicas, entre las que merece destacar las aparecidas en Mercure de France en abril de este mismo año. Paralelamente en estas fechas, el investigador alemán Carl EINSTEIN publica en Munich su conocido estudio Neger Plastik en el que afirma: “Las estatuas negras son obras ejemplares dignas de inspirar a los artistas modernos, en vista de que las mismas resuelven el problema fundamental de la expresión de volúmenes, rompiendo las fórmulas académicas y reaccionando contra un expresionismo agonizante…”.

 

Por todo ello, no resulta extraño el hecho de que ya en 1907, conocidos artistas como Pablo Ruiz PICASSO, Henri MATISSE, Braque, Juan GRIS y otros, contasen con sus propias colecciones de arte negroafricano en las que destacaban por su importancia, las estatuas y máscaras procedentes de diferentes escuelas y tendencias del arte en cuestión. Mientras dichos prestigiosos artistas y conocidos investigadores como los citados Leo FROBENIUS, Carl EINSTEIN entre otros contaban con sus propias colecciones para profundizar en los estudios propuestos, Derain y Henri MOORE visitan con frecuencia la Sección Etnográfica del British Museum de Londres, al tiempo que en Francia, Vlademik, Matisse, Derain, Jean COCTEAU y otros pasan largas horas en el Antiguo Trocadero de París.

 

Con anterioridad a cuanto antecede, ya el Museo Real del África Central de Tervüren, conocido antiguamente como Museo de Congo Belga, había causado un gran impacto tras su inauguración al público en 1887 en Bruselas, donde se convirtió en un destacado centro de investigación plástica al servicio de este movimiento, que luego asumen Alberto GIACOMETI y otros maestros contemporáneos en Italia, al tiempo que esta corriente llega hacia 1912 en Alemania, donde los pintores Frank MARK y Kandinsky promueven la publicación y puesta en marcha del “Caballero Azul”.

 

La trayectoria evolutiva de cuanto acabamos de reseñar entorno a la aportación del arte en cuestión a la cultura universal, no solo nos conduce a los pronósticos del coleccionista Paul GUILLAUME, quien dijo con mucha anticipación que el arte negroafricano en general podría convertirse en lo que bautizó como: “Esperma vivificadora del Siglo XX espiritual”, sino también nos invita a asumir el compromiso de recuperar y actualizar esta vieja herencia cultural de nuestros antepasados de forma que responda a las exigencias de nuestros días.

 

 

  1. CAUSAS DEL DEBILITAMIENTO DEL ARTE NEGROAFRICANO TRADICIONAL.

 

Sin embargo, las administraciones coloniales no tuvieron en cuenta en la proyección de sus políticas culturales en África Negra, esta importancia extraordinaria y sentido trascendental que tiene el arte en cuestión en su ámbito social. De hecho, en lugar de promover la creación de escuelas de arte a favor de un desarrollo armónico de la concepción autóctona con la incorporación de nuevos materiales y procedimientos técnicos que hubiesen supuesto la aportación europea en este momento de síntesis intercultural, instalaron centros de formación artística basados en la concepción estética grecorromana.

 

A raíz de este planteamiento plástico y filosófico evidentemente diferente, que entiende el realismo en el arte a partir de la apariencia visual de las cosas, los representantes de las potencias coloniales pensando en que el único camino verdadero era el suyo, impusieron a los artistas negroafricanos su visión estética, sustituyendo su expresión autóctona por la de un mundo de realidades y entornos diferentes. Por ello consecuentemente, muchos de los artistas negroafricanos actuales realizan un arte menor de tendencia decorativa al gusto de los turistas y comerciantes que fomentan este tipo de arte sin trascendencia en el África Negra.

 

A demás de este aspecto que acabamos de señalar, han influido en el debilitamiento del arte y la cultura tradicional en cuestión, los sistemas educativos y los libros de textos escolares concebidos y elaborados por extranjeros de acuerdo a las enseñanzas de los usos y costumbres que recogen y orientan las políticas culturales de sus respectivos países. De hecho, al enseñar a los alumnos las materias como son la filosofía, la geografía, la historia, etc., con ilustraciones didácticas diferentes, los jóvenes negroafricanos terminan asimilando mejor la vida de otros países olvidando a la suya propia.

 

  1. ALTERNATIVAS VIABLES A LA PROBLEMÁTICA DE LA IDENTIDAD DEL ARTE NEGROAFRICANO Y LA DIÁSPORA.

 

Tras la Independencia del África en general, una de sus mayores preocupaciones es la búsqueda de su identidad cultural en todas sus manifestaciones. Evidentemente, no se trata de un problema de fácil solución debido a que, de la manera como se resuelve, depende el que la cultura nacional de esos pueblos pueda seguir teniendo un sentido y significado propio, a pesar de la incorporación de elementos socioculturales de las antiguas potencias coloniales.

 

De hecho y tal como ya lo expuse en mi discurso en la Conferencia Mundial Sobre Políticas Culturales de México en 1982, “aunque resulta difícil resolver esta problemática, se puede lograr perfectamente una cultura unificada con elementos técnicos extranjeros que no resulten irreconciliables con los de la cultura propia”. En este sentido, la lucha para lograr esta identidad cultural como se dijo en aquella ocasión, nos debe conducir al progreso, a la unidad y a la aceptación de las aportaciones extranjeras que puedan ayudar a desarrollar y enriquecer a la cultura autóctona.

 

La búsqueda de identidad que proponemos a tal efecto, pasa por un renacimiento que no se debe traducir en simple retorno a las fuentes del pasado, sino en la integración de las realidades y los imperativos del mundo moderno con los valores permanentes heredados de los antepasados.

 

Para ello, abogamos por la tradición cultural pero no por la repetición exacta de la labor de los mayores, ya que la tradición cultural de los pueblos consiste en heredar un espíritu y en reactualizarlo con elementos socioculturales del lugar y del momento histórico en que se vive. De hecho obviamente, las técnicas europeas y de otros continentes pueden ser muy útiles para los pueblos negroafricanos en general, siempre y cuando las mismas no impidan el desarrollo de la cultura autóctona. En este sentido, conviene tener en cuenta que una cosa es la técnica como elemento neutro que puede ser perfectamente asimilable para el desarrollo de cualquier cultura y otra muy diferente es, que esta conlleve elementos extra técnicos de tipo sociopolítico y moral que obligan a la sustitución de los valores de la cultura propia.

 

Para salir de este aparente callejón sin salida, existen a nuestro entender tres alternativas:

 

  1. a) Seguir miméticamente las huellas del arte occidental y definirse estilísticamente como artista de concepción grecorromana.
  2. b) Rechazar esta visión occidental y sus técnicas, para acudir a las fuentes del pasado y elaborar el mismo tipo de obras que realizaron los antepasados.
  3. c) Realizar una obra de síntesis entre elementos plásticos tradicionales y las aportaciones de los materiales y procedimientos técnicos y científicos de otros ámbitos culturales técnicamente más desarrollados y con incidencia en la sociedad negroafricana actual.

 

Las alternativas de los apartados a) y b), a nuestro juicio, plantean soluciones inviables. Mientras la primera conduce al artista a remolque de la escuela grecorromana y le impide el entronque con su tradición autóctona, la segunda plantea un enfoque poco realista, tanto a nivel de la renuncia de las técnicas europeas involucradas en el África Negra de hoy, como en lo concerniente a la repetición de la labor de los mayores, circunstancia que convierte al artista en un copista de sus antepasados.

 

La tercera alternativa nos parece la más viable, ya que permite al artista retomar elementos fundamentales de su tradición plástica, actualizándola con la incorporación de nuevos procedimientos técnicos y científicos usuales en la sociedad en que vive. De hecho, esta integración de elementos es la que permitiría que la obra de arte se halle íntimamente ligada, no solo a la sensibilidad del autor y a las exigencias de su medio sociocultural, sino también a los adelantos técnicos y científicos del Siglo en que la misma ha sido realizada.

 

A propósito de esta alternativa que funde en síntesis elementos tradiciones y de otras culturas técnicamente más evolucionadas, es preciso partir desde la selección de valores esenciales de ambos componentes. Partiendo de esta realidad para alcanzar el objetivo propuesto, conviene repudiar y tomar, no equivocándose ni en el repudio, ni en la aceptación, muchos de los aportes que técnicamente nos pueden ofrecer las culturas europeas o de otros continentes. Sería preciso así mismo necesario, someter a una criba similar una gran parte de la herencia vernácula, en especial la transitoria, que no solo frena la evolución en muchos de los casos, sino que tampoco expresa un fin esencial y permanente que responda a la exigencias del hombre negroafricano de hoy, en cuanto a individuo y miembro de una comunidad muy diferente a la de sus antepasados. Para ello, es preciso que el artista estudie las obras de sus antepasados en profundidad, poniendo sobre el tapete la veracidad de muchas de sus ideas y creencias, comparándolas con las exigencias de la vida actual. Este estudio es imprescindible, ya que dentro de la transformación social del mundo, el África Negra ha evolucionado ya considerablemente y muchos de sus mitos y costumbres que eran consideradas como tabú en las épocas pasadas incluida la colonial, han sido ya sustituidos por otras realidades experimentadas por el hombre de nuestros días.

 

Por ello, para que el estudio propuesto se desarrolle coherentemente, conviene que se haga dentro del espíritu constructivo de cada época, que surge como fenómeno natural espontáneo y cosmológico fusionando una serie de elementos técnicos y científicos aparentemente inconexos, logrando expresar con objetividad el carácter estético de la época en que la obra ha sido realizada. El análisis de estos aspectos es muy útil por cuanto nos ayudan a matizar y valorar la obra de los artistas dentro de su proceso evolutivo.

 

Partiendo de todos estos aspectos que hemos abordado a favor de la movilización y puesta en marcha de un movimiento al servicio de la recuperación y desarrollo coherente de las artes de los pueblos de África Negra y la Diáspora , quisiera terminar esta intervención sugiriendo a los responsables de los Comités de Organización de las Bienales de Dakar y del Arte Bantú Contemporáneo dependiente del Centro Internacional de Civilización Bantú (CICIBA) de Libreville, la conveniencia de organizar Foros que permitan el afianzamiento de sus relaciones bilaterales en pro de la dinamización de la concepción estética del hombre negroafricano en los términos anteriormente evocados.

 

En este sentido y teniendo en cuenta la gran importancia que la Unión Africana (UA) y todas las comunidades negras e intelectuales del mundo conceden a la puesta en marcha de las recomendaciones que se adopten en este gran evento universal en favor de la dignidad y la recuperación de la identidad cultural del hombre negroafricano y su Diáspora, nos enorgullece el vivo interés que los Jefes de Estados de los países implicados manifestaron en sus alocuciones con motivo de la inauguración del FESMAN, contexto en que la valoración hecha por los mismos al respecto la felicitamos, convencidos de que redundará en beneficio de la adopción de las estrategias recomendadas en las respectivas políticas culturales futuras de sus países. A tal efecto, la Comisión Científica de Guinea Ecuatorial que tengo el honor de presidir, se siente complacida por el gran entusiasmo demostrado al respecto por S.E. el Jefe de Estado OBIANG NGUEMA MBASOGO y séquito que le ha acompañado en los actos protocolarios organizados a tal efecto.

 

Aprovecho esta ocasión para reiterar el vivo reconocimiento al Comité Organizador del FESMAN por el apoyo que nos ha brindado en todo momento, a la vez que le rogamos trasmita nuestro sincero agradecimiento a S.E. el Presidente de la República Abdoulaye WADE, así como a su Pueblo y Gobierno por las muestras de grata acogida que hemos sido objeto desde nuestra llegada a esta hermosa capital de onda tradición africana.

 

 

-MUCHAS GRACIAS-

 

 

Leandro MBOMIO NSUE, Escultor,

Antiguo Ministro de Información, Turismo y Cultura,

Presidente del CICTE de Guinea Ecuatorial,

Presidente del Jurado de la Bienal Bantú de Arte Contemporáneo y

Presidente de Honor de la Asociación Bantú de Artistas Plásticos (ABAP).