El viaje a Guinea Ecuatorial del entonces ya ex-ministro español José Luis Abalos fue una sorpresa para la gran mayoría y también para nosotros. Entonces nos comprometimos a informar sobre ella hasta aclararla en todos sus detalles (antecedentes, contactos realizados en el país, consecuencias…). En los últimos días han empezado a aparecer en España una serie de artículos que hacen referencia a este tema. Su autora es una periodista que viene escribiendo en medios relacionados con la extrema derecha, sin embargo, en contra de lo que suele suceder en este tipo de publicaciones, son artículos contenidos en el tono y respetuosos con las personas. Vamos a ir publicándolos.
Ábalos visitó Dominicana y Guinea con un empresario que recibió 636.000 euros del Gobierno durante la pandemia
Ignacio Palomo fue el adjudicatario de tres contratos a dedo: uno del Ministerio del Interior y dos de una empresa pública vinculada a Transportes
porKetty Garat
El exministro de Transportes José Luis Ábalos visitó este verano la República Dominicana y Guinea Ecuatorial de la mano de un empresario al que el Gobierno adjudicó 636.000 euros en contratos públicos a dedo durante la pandemia. El empresario se llama Ignacio Palomo y es una eminencia en el campo de la Ginecología y la Fertilidad. Presidente de la empresa Arpa Médica, Palomo es un referente en técnicas de reproducción asistida y es conocido como «el ginecólogo de la jet set».
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el primero de los viajes de Ábalos y Palomo fue la primera semana de agosto a la República Dominicana. Un viaje «de negocios» que realizaron junto al asesor más estrecho del exministro, Koldo García Izaguirre. Ese viaje se produjo apenas tres semanas después de que Ábalos abandonara su puesto en el Ministerio de Transportes (10 de julio). Las fuentes consultadas por este periódico subrayan el objetivo comercial de este viaje y el intento por «utilizar al exministro como carta de presentación ante las autoridades» del país. Entre ellas, el ministro de Salud Pública del Gobierno de la República Dominicana, Daniel Rivera, al que vieron el 5 de agosto y cuya reunión se plasmó en la instantánea que acompaña este artículo.
La versión difundida en su momento por la República Dominicana habla de un encuentro con el exministro de Transportes y un «especialista de salud de ese país», en referencia a Palomo, que «felicitaron al ministro por los indicadores de la República Dominicana sobre la COVID-19, calificándolos como trascendentales frente a muchos países de América Latina», así como los buenos resultados en la aplicación de las vacunas. Y añadieron desde el Ministerio de Salud Pública: «Intercambiaron conocimientos de asuntos referentes a proyectos de integración de la red de salud».
Esos proyectos en cuestión son una incógnita, pero las instantáneas y la versión del país caribeño evidencian la intención de Palomo de ampliar horizontes comerciales con la apertura de clínicas de fertilidad en la región. Algo que ya había hecho hacía ocho meses en Guinea Ecuatorial. A principios de diciembre de 2020, su empresa, Arpa Médica, abrió un hospital en el país africano gracias a una colaboración público-privada. El Centro Universitario de Ginecología y Fertilidad quedó ubicado dentro de un hotel de lujo, el Grand Hotel Djibloho.
La conexión con Ábalos tuvo lugar cinco meses después, en mayo de 2021, cuando se les retrató por primera vez juntos en esta imagen en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid. El entonces responsable de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana despachó junto al embajador de la República de Guinea Ecuatorial en España, Miguel Edjang Angie, con Palomo a su derecha. No en vano el presidente de Arpa Médica colaboró para la puesta en marcha del stand «Guinea Ecuatorial: Turismo y Salud», que constaba de varios expositores, entre los cuales uno pertenecía al hotel de lujo que acoge la citada clínica de fertilidad. El embajador agradeció al exministro por haberse mostrado dispuesto a apoyar a Guinea para «impulsar su turismo».
El siguiente eslabón de la cadena tuvo lugar la segunda semana de agosto, cuando Palomo y Ábalos volvieron a viajar juntos, aunque esta vez a Guinea Ecuatorial, donde se reunieron con las autoridades del país africano, pero sin plasmarlo ante las cámaras. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que al viaje también asistieron otras dos personas: Koldo García y una mujer joven sin identificar. Los cuatro fueron retratados en una fotografía publicada en las redes sociales, pero sin desvelar la identidad de Palomo. THE OBJECTIVE se ha intentado poner en contacto con Ábalos para recabar su versión sobre estos asuntos, pero ha preferido guardar silencio.
Los contratos con el Gobierno
La relación entre el exministro y el doctor Palomo tiene trascendencia política ya que este último ha sido el adjudicatario de varios contratos durante la pandemia a través de dos sociedades distintas. La primera de ellas es el Instituto de Ginecología y Medicina de la Reproducción Doctores Ordas y Palomo SL, de la cual Palomo es administrador único y con la que obtuvo la adjudicación de un contrato para suministrar material de protección a la Secretaría de Estado de Seguridad por importe de 600.000 euros. Fue el 31 de marzo de 2020, en los primeros días del confinamiento del primer estado de alarma, cuando se recurrió a esta sociedad para la compra de material sanitario procedente de China, lo cual se produjo a través de un procedimiento de emergencia y negociado sin publicidad, según permitían las normas excepcionales de aquel momento. Aunque ese contrato dependía directamente del Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, Ábalos también era en aquel momento una de las cuatro autoridades delegadas por el presidente Pedro Sánchez para gestionar la crisis.
El segundo contrato se adjudicó a otra de las empresas de Palomo, en este caso la sociedad Cleodora Health Consulting SL, de la cual Palomo también es adjudicatario único, y que recibió 18.148 euros por parte de la empresa pública Adif, dependiente del Ministerio de Ábalos, para el suministro de gel antiséptico en el mes de abril de 2020. E idéntica cantidad recibió la misma empresa dos meses después, en julio de 2020, ya finalizado el estado de alarma pero aún en el escenario de levantamiento progresivo de restricciones. Nuevamente el contrato licitado por la administración concedía un importe de 18.148 euros para el suministro de gel antiséptico para la limpieza de manos a la empresa Cleodora Health Consulting SL. Ambos procedimientos fueron tramitados por el procedimiento de urgencia y adjudicados a dedo «sin negociación ni publicidad» por tratarse de contratos de menor cuantía.
En total, el Gobierno adjudicó durante la pandemia 636.000 euros a empresas de Palomo: 600.000 a través de la Subdirección General de Gestión Económica y Patrimonial del Ministerio del Interior y el resto a través de la empresa pública Adif (Administración de Infraestructuras Ferroviarias). El pasado 5 de agosto, apenas transcurridas tres semanas de su defenestración política, el exministro y ex secretario de Organización del PSOE se dedicó ayudar en sus gestiones comerciales a Palomo, aunque no consta que recibiese remuneración alguna por ello. Si Ábalos estuviera cobrando aún la indemnización como exministro a la que tiene derecho, tendría muy limitado el cobro de otras cantidades adicionales por este tipo de gestiones, aparte de que toda actividad que realice está sujeta al Régimen de Incompatibilidades que fiscaliza el Ministerio de Hacienda.
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Plus Ultra fue autorizada a abrir una ruta Madrid-Malabo el mismo día que Ábalos estaba en Guinea
Dos de los cuatro informes que sirvieron para avalar el rescate de la aerolínea con 53 millones de euros fueron elaborados por órganos dependientes del exministro
porKetty Garat
La aerolínea Plus Ultra fue autorizada el pasado 16 de agosto para operar vuelos entre España y Guinea Ecuatorial coincidiendo con el viaje que el exministro de Transportes José Luis Ábalos realizó a ese país africano acompañado por su asesor de confianza, Koldo García, el empresario Ignacio Palomo y una mujer de la que se desconoce su identidad.
Plus Ultra, que fue rescatada por el Gobierno español con 53 millones de euros el pasado 9 de marzo, presentó este verano una solicitud ante la Dirección General de Aviación Civil para operar la ruta Madrid-Malabo. El viernes 13 de agosto a las 18.06 horas, el director general de ese organismo, Raúl Medina Caballero, inició los trámites para gestionar esa solicitud: «Visto el interés de una compañía aérea en operar derechos de tráfico en el mercado entre España y Guinea Ecuatorial…», comienza el escrito de ese día al que ha tenido acceso este periódico.
La solicitud fue resuelta en apenas 72 horas y con un fin de semana de por medio, de tal forma que el lunes 16 de agosto Aviación Civil resolvió favorablemente el expediente y autorizó las operaciones con dos argumentos: «No concurren las causas de denegación» y «solo se ha presentado la compañía Plus Ultra S.A.». Así, la Dirección General asignó provisionalmente ese mismo 16 de agosto «los derechos de tráfico aéreo en el mercado España-Guinea, en cualquiera de sus puntos, con una frecuencia semanal», a sumar a las tres frecuencias que ya opera la compañía Wamos Air. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, ese lunes Ábalos viajó a Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, en un vuelo comercial procedente de París.
Ábalos, que abandonó el Gobierno el 10 de julio tras la sorpresiva decisión de Pedro Sánchez, permaneció en Guinea durante cuatro días, entre el 16 y el 20 de agosto. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con el exministro de Transportes para aclarar los motivos del viaje, pero no ha obtenido respuesta. No es la primera vez que Plus Ultra se cruza en el camino del exnúmero tres del PSOE, ya que dos de los cuatro informes que sirvieron para avalar el polémico rescate de la aerolínea fueron redactados por organismos dependientes del Ministerio de Ábalos: la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y la Dirección General de Aviación Civil.
La luz verde definitiva para operar los vuelos de Plus Ultra entre Madrid y Malabo llegó finalmente el 3 de septiembre. Ese día, Medina Caballero, quien estuvo a las órdenes de Ábalos durante su etapa en el Ministerio, dio el visto bueno, una vez que concluyó el plazo previsto para la presentación de alegaciones tal y como prevé la ley.
Iberia dijo adiós en enero
Según fuentes de la compañía Plus Ultra consultadas por este periódico, desde principios de septiembre opera un vuelo charter desde Madrid a Malabo cada quince días, aunque la frecuencia se ampliará en diciembre con un vuelo semanal los días 3, 10, 17, 23 y 30 de diciembre. De momento, la propia compañía rescatada en marzo por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) deriva la compra de los billetes a un número de teléfono ajeno a su central de compras. Es la compañía Sumerwing la que ofrece esos vuelos charter a un precio de 550 euros ida y vuelta.
Plus Ultra y Wamos Air ocupan así el nicho de mercado que dejó vacante Iberia tras el anuncio en enero de la cancelación de su ruta Malabo-Madrid tras 77 años de actividad en los que llegó a tener un vuelo diario. El pasado 22 de enero, Iberia voló por última vez a la capital de Guinea Ecuatorial alegando motivos de «falta de rentabilidad, altos precios de los carburantes y elevadas tasas del aeropuerto de Malabo», lo cual generó malestar en las autoridades guineanas.
Ábalos regresó a Madrid el 20 de agosto en un vuelo directo desde Malabo. Según las fuentes consultadas, su periplo por Guinea fue un «viaje de negocios» en el que estuvo acompañado en todo momento por el empresario médico Ignacio Palomo, quien había abierto una clínica de fertilidad en la antigua colonia española ocho meses antes. El presidente de Arpa Médica es un gran conocedor del país africano, ya que llegó a residir allí debido a su relación con la exministra de Cultura y Turismo de Teodoro Obiang, Guillermina Mekuy, con quien tuvo un hijo en 2017.
El polémico rescate de Plus Ultra está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, donde permanecen imputados 15 altos cargos del Gobierno y la SEPI por un presunto delito de malversación de caudales públicos. La denuncia, presentada en su día por el pseudosindicato Manos Limpias, argumenta que no se cumplieron los requisitos para conceder la ayuda de 53 millones de euros, pues no se trataba de una aerolínea estratégica para la economía española, no estaba en crisis como consecuencia del coronavirus y, además, existían serias dudas sobre la nacionalidad de sus accionistas. De hecho, el diario digital que destapó el escándalo, Vozpópuli, ha demostrado los vínculos entre Plus Ultra y el régimen chavista de Venezuela.
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