A finales de abril, Camerún hizo oficial la firma de un nuevo acuerdo de defensa con Moscú, lo que provocó inmediatamente la reacción de la diplomacia francesa. El director del Quai d’Orsay para África, Christophe Bigot, se desplazó personalmente a Yaundé. Incluso se contempló durante un tiempo una visita de Emmanuel Macron.
La visita fue discreta. A principios de mayo, el director de África del Quai d’Orsay, Christophe Bigot, viajó a Yaundé, donde se reunió con varios funcionarios cameruneses. Este viaje del «Señor África» del Ministerio de Asuntos Exteriores francés se produjo pocos días después de que Camerún hiciera oficial la firma de un nuevo acuerdo de cooperación militar con Rusia el 12 de abril, en plena guerra de Ucrania.
La sombra de un acercamiento militar entre Yaoundé y Moscú ha planeado, pues, durante la visita de Christophe Bigot a Yaoundé. Antes de la visita del diplomático francés, el embajador de Francia en Camerún, Christophe Guilhou, había formulado a finales de abril una petición de información adicional al ministro de Defensa camerunés, Joseph Beti Assomo. Esta petición quedó sin respuesta.
El propio Joseph Beti Assomo viajó a Moscú a principios de abril, con la mayor discreción, para rubricar el acuerdo de cooperación militar. Si el grueso del documento se ha filtrado rápidamente en las redes sociales, varios de sus anexos no se han hecho públicos por el momento. Existe un acuerdo militar previo firmado en 2015 entre ambos países y un centenar de oficiales cameruneses ya han completado módulos de formación proporcionados por Moscú.
La muy publicitada firma de acuerdos de cooperación militar es una de las armas centrales de la comunicación de Moscú para escenificar su «regreso a África». En los últimos cinco años, la diplomacia rusa ha formalizado más de una docena de acuerdos (RDC, Madagascar, Malí, etc.) del mismo tipo, sin que ello haya supuesto una intensificación sistemática de la presencia rusa sobre el terreno.
La sombra de la Secretaria General de la Presidencia de la República (SGPR)
Sin embargo, el momento sorprendió tanto a París como a Washington y Bruselas: mientras la guerra en Ucrania aísla a Moscú más que nunca de la escena internacional, la visita del ministro de Defensa camerunés a Rusia fue interpretada como una provocación por varios de los socios internacionales de Yaundé. Desde hace varios años, las capitales europeas han examinado de cerca el activismo ruso en Camerún, un país fronterizo con la RCA donde Moscú ha establecido una presencia permanente desde 2018.
Mientras la salud del presidente camerunés Paul Biya se tambalea, la identidad de la persona que dio la orden de viaje del ministro de Defensa a Moscú es objeto de todo tipo de teorías en Yaoundé. El ministro responde directamente al palacio de Etoudi, por lo que es difícil imaginar que el poderoso secretario general de la presidencia, Ferdinand Ngoh Ngoh, considerado uno de los favoritos en la carrera hacia la sucesión, pueda ignorar los contornos de dicho viaje. Este partidario de una línea dura hacia el movimiento independentista anglófono tiene una relación como poco complicada con París. En privado, durante sus contactos con funcionarios franceses, Paul Biya siempre se ha preocupado de asegurar a sus interlocutores franceses que no estaba pensando en un acercamiento a Moscú.
Monopolio israelí de la seguridad
¿Cuál podría ser el impacto de dicho acuerdo sobre el terreno? Mientras el ejército camerunés es presa de violentos enfrentamientos en las regiones anglófonas del noroeste y suroeste (NW/SW) y se enfrenta en el extremo norte a incursiones cada vez más organizadas del Estado Islámico en África Occidental (ISWAP), el uso de auxiliares rusos ya activos en Malí y la RCA es objeto de muchas especulaciones, sin que hasta la fecha haya pruebas tangibles que corroboren esta hipótesis.
Este escenario es tanto más hipotético cuanto que, desde el intento de golpe de Estado de 1984, lo que está en juego en materia de seguridad es, en gran medida, competencia de Israel en Camerún. La muy poderosa Brigada de Intervención Rápida (BIR), la guardia pretoriana del régimen, activa en el noroeste y el extremo norte, ha estado dirigida desde entonces por consultores privados israelíes, un papel que ha recaído desde principios de la década de 2010 en Eran Moas. Una empresa cercana a esta última, Portsec SA, asegura también la vigilancia de los puertos de Douala y Kribi, controlando cualquier entrada de material de defensa en el país. Además, Gran Bretaña está muy atenta a la situación militar en las provincias anglófonas, donde ha puesto en marcha un discreto programa de apoyo al ejército camerunés y a la BIR, como reveló en enero el medio británico Declassified UK
¿Macron en Yaundé?
Con la salud de Paul Biya mostrando importantes signos de debilidad, la hipótesis de la creciente influencia de Moscú en Camerún preocupa a varios países de la Unión Europea (UE), que examinan los supuestos vínculos entre los distintos clanes que se disputan su sucesión y Moscú. Este invierno, el vivo rumor del próximo nombramiento de un vicepresidente había reavivado así las intrigas en torno al papel desempeñado por Moscú con ciertas figuras del primer círculo del presidente Biya.
En este contexto cambiante y siendo Camerún la mayor economía de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC), una intensificación del papel de Rusia en Camerún se toma muy en serio en París y Washington. Mientras el Palacio del Elíseo trabaja desde principios de mayo en la agenda internacional de Macron para los próximos meses, la hipótesis de un viaje personal del jefe de Estado francés a Yaundé se llegó a barajar durante un tiempo, antes de ser finalmente abandonada.
Esta visita podría haber tenido lugar a raíz del viaje que Emmanuel Macron quiere hacer a Luanda. Aplazada constantemente desde 2020 por la situación sanitaria internacional, podría reprogramarse para finales de junio o principios de julio. En lugar de Yaundé, Emmanuel Macron debería ir a Kinshasa. François Hollande es, hasta la fecha, el último jefe de Estado francés que ha visitado Camerún, en julio de 2015.
Afrique Intelligence, 12 mayo 2022