Convergencia para la Democracia Social (CPDS) se fundó en la clandestinidad en Guinea Ecuatorial en 1990. Sus fundadores fueron Santiago Obama Ndong Nchama (Licenciado en Filología Hispánica), Amancio-Gabriel Nsé Angüe (Arquitecto), José Luis Nvumba (Licenciado en Derecho), Plácido Micó (Licenciado en Ciencias Químicas y en Derecho), Celestino Bacale (Ingeniero Técnico de Minas) y Ángel Obama (Licenciado n Ciencias Políticas y en Derecho). Luego se sumaron, entre otros, Juan Nzo Ondo (Licenciado en Geología y en Ciencias Económicas), Fernando Abaga Edjang (Licenciado en Economía), José Oló (Licenciado en Derecho), Carlos Esono (Ingeniero Técnico de Minas), Andrés Esono (Licenciado en Sociología y en Ciencias Políticas) y Pío Miguel Obama (Técnico de Correos y Telecomunicaciones).
La aparición de CPDS no se debió a la moda o “epidemia” de partidos políticos de principios de los noventa del siglo pasado, sino porque sus fundadores habían vivido en países democráticos, donde también habían recibido formación académica y humana, y querían convertir a su país, Guinea Ecuatorial, en un Estado democrático como aquellos países donde se habían formado.
En 1992, tras la primera oleada de represión contra CPDS a principios de 1992 (fueron detenidos y torturados Plácido Micó y sus compañeros), y mientras CPDS trataba de convencer a los demás partidos de que no solicitasen sus legalizaciones porque las leyes hechas por Obiang no garantizaban el desarrollo del pluralismo político, en junio del mismo año fueron legalizados Unión Popular (UP) y Convención Liberal Democrática (CLD); después el Partido del Progreso (PP) y Alianza Democrática Progresista (ADP). Por miedo a quedarse solo fuera del juego político, CPDS presentó su expediente de legalización en noviembre de 1992, siendo legalizado en marzo de 1993, junto con Acción Popular de Guinea Ecuatorial (APGE), Convergencia Social Democrática y Popular (CSDP), Partido Social Demócrata (PSD), Unión Democrática y Social (UDS) y Partido de la Coalición Social Demócrata (PCSD). Poco después, llegarían el Partido Liberal (PL), Unión Democrática Nacional (UDENA) y Partido Socialista de Guinea Ecuatorial (PSGE). En 2015, fueron legalizados Ciudadanos por la Innovación de Guinea Ecuatorial (CI), Unión de Centro Derecha (UCD), Congreso Nacional de Guinea Ecuatorial (CNGE), Partido Nacional Democrático (PND) y Unión Nacional para el Desarrollo (UND).
De esos partidos políticos, dos han sido ilegalizados (el PP por comprar armas en Angola para dar un golpe de estado en Guinea, y CI por los incidentes de Akonibe en 2017); UP fue dividido en facciones (una de ellas colabora desde 2011 con el PDGE y su gobierno), y todos los demás partidos están integrados en una coalición electoral eterna con el gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), salvo CPDS, que es el único que sigue haciendo frente al régimen dictatorial.
La pregunta que se hacen muchas personas, algunas con malas intenciones y otras por curiosidad o admiración, es la siguiente: ¿Por qué es CPDS el único que resiste pese a todas y tantas embestidas del régimen? Las razones son varias, entre las cuales hay que destacar cuatro.
En primer lugar, CPDS fue fundado por personas que sabían en qué consistía la democracia ya que habían vivido mucho tiempo en países democráticos, como hemos dicho, y gracias a sus conocimientos, sabían qué es una dictadura y los obstáculos que se encontrarían en el camino de la lucha para acabar con ella. Mientras los fundadores de otros partidos ponían fecha a la caída de la dictadura y arrastraban a masas, CPDS se propuso RESISTIR, porque la lucha por la democracia es como una carrera de fondo: gana el que resiste. Así que, los dirigentes de CPDS siguen ahí porque son como corredores de fondo, de maratón.
En segundo lugar, los dirigentes de CPDS jamás prometieron cargos ni prebendas a sus militantes. Mientras otros partidos tenían formados unos gobiernos en la sombra, adjudicando y hasta los cargos de Gobernadores y Delegados de Gobierno, CPDS nunca prometió ni habló de cargos políticos; nunca repartimos la piel del oso antes de cazarlo, sino que nos limitamos a una intensa labor de pedagogía política a través de nuestro órgano informativo LA VERDAD y la edición de folletos temáticos sobre derechos humanos, importancia de elecciones y libertades.
Por las promesas hechas por los líderes y las desmesuradas expectativas creadas, y transcurridos unos pocos años sin que cayese la dictadura y sin que llegasen los cargos prometidos, empezó el incesante regreso de dirigentes y militantes desde la oposición al PDGE, las famosas “reinserciones”. Las reinserciones se debieron, y se siguen debiendo, al hecho de en Guinea Ecuatorial no se puede trabajar en la administración pública ni en las empresas públicas si se es de la oposición. ¡Ojo al dato!
En tercer lugar, y relacionado con lo anterior, mientras los dirigentes fundadores de otros partidos, la mayoría de ellos sin profesión conocida, se rendían entregando sus partidos a Obiang y coaligándose con el PDGE para sobrevivir materialmente, los dirigentes de CPDS nunca tuvieron esa necesidad: no pudiendo ejercer sus carreras, unos se dedicaron a dar clases en centros educativos religiosos, en los Colegios Españoles de Malabo y Bata y en los centros de la UNED, mientras otros ejercían sus profesiones liberales de abogacía, ingeniería o arquitectura. Este hecho nos ha permitido seguir la lucha sin necesidad de buscar el pan en casa del dictador. Y nos sentimos orgullosos de ello.
En cuarto lugar, CPDS no fue un partido de líderes “carismáticos” o mesiánicos; el Secretario General de CPDS es un “primus inter pares”, nunca un líder con adjetivos pomposos. Sus decisiones se toman democráticamente a través de sus órganos de gobierno, desde el Congreso hasta las ejecutivas locales. La Ejecutiva Nacional es un órgano colegial, donde las decisiones se toman mediante votación si no hubiese consenso. Esto hace que todos los miembros se sientan implicados en las decisiones tomadas, aunque no estuviesen de acuerdo en los debates. Es una forma de mantener unido el partido, un partido que, además, celebra, de forma periódica, sus Congresos.
Y, en quinto lugar, CPDS, como principio, siempre abogó por el diálogo y la no-violencia. Por mucho que el régimen haya intentado involucrarnos en ficticios intentos de golpes de Estado (Plácido Micó fue injustamente encarcelado durante 15 meses por falsa acusación de intentona golpista y Andrés Esono también ha sufrido en varias ocasiones las mismas acusaciones), nunca hemos organizado ningún acto de violencia ni hemos recurrido al uso de armas. El diálogo será siempre bienvenido si con él podemos avanzar en la solución a la caótica y desastrosa situación que vive nuestro país desde 1968.
Estas son las razones por las que CPDS ha resistido. Es un hecho demostrable y probado. Quien no quiera entenderlo así, que mire, uno a uno, los diferentes partidos legalizados desde 1992, el perfil de sus fundadores y líderes, así como la manera en que fueron cayendo uno tras otro. CPDS no va a desaparecer porque lo quieran o lo pregonen ciertos individuos. CPDS se fundó para quedarse en el escenario político nacional, mientras exista la dictadura y cuando llegue la democracia. Primero fue Amancio-Gabriel su Secretario General, le siguió en el cargo Plácido Micó, ahora es Andrés Esono y mañana será otro, todos elegidos democráticamente por los órganos del partido habilitados para ello.
Como cualquier grupo humano, CPDS tiene sus defectos, pero las virtudes descritas más arriba nos han hecho sobrevivir. Sin embargo, en un país donde lo blanco es negro y lo negro es blanco, donde la excelencia es delito y la mediocridad se convierte en mérito y se procesa odio hacia las mentes pensantes, algunas personas, tratando de convertir en defectos las virtudes de CPDS, quieren que nos sintamos culpables de haber resistido. No lo aceptamos. Aunque no hayamos acabado todavía con la dictadura en Guinea Ecuatorial, nos sentimos orgullosos de lo que somos y de lo que hemos hecho en un entorno tan hostil y complicado.